En el ‘Día del Respeto a los ancianos’ os desvelamos la receta de la eterna juventud
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena”. Es una frase del cineasta sueco Ingmar Bergman, pero hoy nos gustaría hacerla nuestra. La vejez, entendida como la etapa final de nuestra vida, tiene algunas desventajas, no nos vamos a engañar, pero a la vez tiene maravillosas virtudes.
Es bien sabido que el respeto por los ancianos en las culturas orientales está bastante más extendido que en occidente. Allí es normal honrar a la gente mayor, poniendo en valor su experiencia vital y sabiduría, y agradeciendo su contribución a la familia y a la sociedad en las etapas anteriores. Es frecuente que los jóvenes no vean a sus mayores como “una carga”, sino como una fuente de conocimiento y de admiración.
Uno de los países asiáticos donde esto se hace más patente es, además, uno de los que cuenta con una población más envejecida de todo el mundo y una mayor esperanza de vida: Japón. Y buena prueba de ello es el ‘Keiro No Hi’, o ‘Día de Respeto a los Ancianos’, una festividad que se celebra todos los años el tercer lunes de Septiembre, con el objetivo de rendir tributo a los más mayores y celebrar su longevidad. Así que hoy estamos de celebración, ¡feliz día a todos!
¿Queréis saber cómo lo celebran? Por todo el país se llevan a cabo diferentes actividades y eventos para expresar gratitud a los ancianos, haciéndoles entrega de diferentes obsequios que simbolizan respeto y veneración. Uno de los más comunes es el “Keirokai”, en el que los estudiantes cantan canciones y llevan regalos a mayores de 70 años, a los que invitan a té y dulces, haciéndoles pasar un día que recordarán con cariño.
El Nattō, un superalimento de origen japonés
Un país que respeta a sus mayores, que tiene la mayor esperanza de vida del mundo y donde la edad media ronda los 50 años, seguro debe de tener algún secreto. Y en efecto, lo tiene, en forma de granos de soja fermentados con una textura viscosa y de olor intenso: el ‘Nattō’. Su aspecto no es agradable, pero esto no es un impedimento para que sea un alimento básico en la zona oriental de Japón, aunque no todos lo consumen: o lo amas o lo odias.
¿Y a santo de qué os hablamos del Nattō? Pues porque de acuerdo con los últimos estudios, los hombres y mujeres que comen productos de soja fermentada como el natto tienen tasas más bajas de enfermedades cardiovasculares, y por tanto menor riesgo de sufrir una muerte prematura. Además, el natto tiene la concentración más alta de un potente compuesto antienvejecimiento conocido como espermidina.
Para muestra un botón. En la isla japonesa de Okinawa, donde el Nattō es un alimento muy popular, el número de personas mayores de cien años es el más alto del mundo en proporción a la población. Seguro que en ello influye también los hábitos de vida saludables, factores externos como el clima o factores genéticos, pero el hecho de llevar una alimentación sana y equilibrada con una fuerte presencia del natto en su dieta contribuye a lograr tan impresionante récord.
Si os interesa conseguir el secreto de la eterna juventud, o simplemente os animáis a expandir vuestros horizontes culinarios y a probar este superalimento, en Wanmei Market os proponemos una deliciosa receta (Nattō Gohan) para que podáis iniciaros en el mundo del Nattō. ¡Nos vemos dentro de cien años!

Ingredientes:
2 tazas y 1/2 de arroz cocido grano redondo
2 cucharadas de aceite de sésamo
5 cucharadas de natto (soja fermentada)
1/2 cebolla, finamente cortada
1/8 de pimiento verde cortado
3 cucharadas de gambitas pequeñas
1/2 taza de tofu frito cortado en pequeños cubos
1 cucharada de hojas de menta
1/2 cucharada de sal
Salsa de soja
Pimienta negra
Elaboración:
- Calienta el aceite de sésamo en un sartén grande afuego medio.
- Añade la cebolla y el pimiento verde hasta que la cebolla quede transparente.
- Añadir el arroz cocido, el tofu frito, las gambitas y frielo todo removiendo constantemente.
- Remueve el natto y añadele la sal, la pimienta y la salsa de soja.
- Mezclalo todo con el arroz frito y ponlo en un tazón con las hojas de menta por encima.